Diana era la diosa virgen de la caza, protectora de la naturaleza y la Luna (en la mitología Romana). Nacida poco antes que su hermano mellizo Apolo en la isla de Ortigia (luego llamada Delos), Diana era hija de Júpiter y Latona; al ser testigo de los dolores de parto de su madre, concibió tal aversión hacia el matrimonio que pidió y obtuvo de su padre la gracia de guardar perpetua virginidad, como su hermana Minerva. Por esta razón estas dos diosas recibieron del oráculo de Apolo el nombre de "vírgenes blancas".
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